La endometriosis es una enfermedad altamente prevalente (alrededor del 10 % de las mujeres fértiles lo padecen). sin embargo es una patología de difícil diagnóstico. El promedio de tiempo de diagnóstico es de 5 a 8 años promedio, consecuencia de la subestimación que se hace de la dismenorrea o dolor menstrual. Por esta razón es importante difundir y concientizar sobre este tema.

La endometriosis es una patología inflamatoria crónica. Aunque hay muchas teorías que intentan demostrar sus causas, tiene origen desconocido.  Lo que sí sabemos es que es tejido endometrial implantado en zonas donde habitualmente no debería estar. Ese tejido es la capa más interna del útero.

Al ser tejido endometrial, este responde a nuestras hormonas que mensualmente danzan  en nuestro interior. Es por esto que ante las sucesivas menstruaciones puede haber dolor muy intenso cuando menstruamos. Los síntomas pueden ser muy diversos y dependen del sitio donde se aloje la endometriosis. Puede haber dolor al tener relaciones, al orinar o defecar. 

La inflamación cíclica con la consiguiente generación de citoquinas, líquido, células , factores angiogénicos, etc promueven a que los tejidos se adhieran entre sí, alterando la arquitectura interna de la pelvis aumentando la sintomatología. Esa inflamación genera a su vez adherencias de los órganos y tejidos, alterando la arquitectura de todo lo contenido en la pelvis.

La medicina alopática solo conoce los anticonceptivos y cirugía para adormecer o extirpar este tejido endometrial, como única opción de tratamiento. Pero hay alternativas, más integrales, holísticas y amorosas para abordar la inflamación, el dolor y los desajustes hormonales.

Afortunadamente son cada vez más las mujeres que están buscando alternativas más amorosas para el abordaje de la endometriosis. Conociendo al cuerpo de forma más integral, con la interrelación que existe entre los diferentes sistemas y la importancia de poder trabajar en todos ellos de forma conjunta. Recordando al cuerpo físico, al energético y al emocional.

En el caso de la endometriosis es necesario trabajar en varios   ejes fundamentales que les cuento más adelante.

• Disminuir la inflamación (a través de alimentación alcalinizante, antioxidante y depurativa). Recordemos que es una entidad principalmente inflamatoria. A la vez suplementando con plantas y minerales antiinflamatorios.
• Tratamiento del dolor (Fitoterapia específica). Los síntomas deben siempre abordarse para ofrecer calidad de vida.
• Limpieza hepática e intestinal (como terapéutica de regulación hormonal). El exceso de estrógenos es uno de los principales factores agravantes de esta patología.
• Abordaje local con osteopatía (para tratar posibles adherencias consecuencias de la inflamación que pueden traer complicaciones). 
• Y siempre con acompañar del proceso, con preguntas que abran las profundidades de los motivos de la presencia de los desajustes. A mi entender las comúnmente llamadas enfermedades, son grandes maestros que llegan para traernos información sobre nosotras mismas.
• Abordaje emocional/integral: En las mujeres con endometriosis, muchas veces, es necesario reparar el vínculo con el útero. Históricamente fuente de dolor y de rechazo. Brindar recursos holísticos de meditación, vapores, respiración, danza, movimiento es imprescindible para recomponer un vínculo muchas veces dañado, producto de años de dolor y sufrimiento.

Muchas son las mujeres que están transitando la sanación desde este abordaje integral, holístico y amoroso con el cuerpo. Es reconfortante poder acompañar estos procesos que nunca son fáciles, pero siempre son empoderadores.