Es sorprendente la desinformación que tenemos (y digo tenemos porque en el ambiente médico tampoco tenemos mucha información) sobre la perimenopausia. Considerando que es un proceso fisiológico, parte de la vida de todas las mujeres y personas con útero, siento que es muy importante traer luz a este tema. También es un tópico de gran relevancia porque a muchas veces esta etapa, le trae muchas muchas incomodidades
Dedicaré por esto esta nota para compartir información muy relevante que siento que todas las mujeres debemos saber. No solo las personas que están atravesando este momento. Creo que es importante visibilizar a nivel sociedad (familia/amigos/parejas/trabajo) para poder entender y acompañar. Lo que no se nombra no existe, dicen. Y esto sí existe y al ocultarlo, parece que las mujeres somos “exageradas” o “problemáticas” o simplemente reprimimos u ocultamos lo que nos sucede para que no se note”.
Primero definiciones.
Menopausia es un día, como la menarca. Y es un diagnóstico retrospectivo ya que se determina una vez que haya sucedido un año sin menstruación. El climaterio o la perimenopausia es un periodo que comienza varios años antes (5 aprox) que trae consigo diferentes cambios hormonales, físicos y energéticos.
Las hormonas a partir de un momento que puede ser entre los 40 y 50 años comienzan a sufrir ciertas modificaciones. Los ovarios comienzan a responder menos y más erráticamente al estímulo de la FSH. Es por eso que la ciclicidad como la conocemos hasta ese momento, comienza a transformarse. Por un lado, comienzan a suceder que algunos ciclos son anovulatorios (no ovulas) y por otro lado sucede que comienza a disminuir la progesterona.
En lugar de un proceso paulatino de apagado o disminución progresiva, el climaterio es más parecido a una tormenta de hormonas que nos sacude fuertemente. En la primera imagen podemos ver un ciclo en etapa fértil y en la segunda imagen podemos observar el zamba hormonal que sucede en el climaterio. Podemos entender entonces que esta etapa puede ser un desafío enorme para nuestra cuerpo y nuestras emociones.
En ese escenario de subibaja hormonal comienza una película muchas veces ingrata donde pueden acontecer decenas de síntomas.. Esta etapa lejos de ser una paulatina y progresiva baja hormonas, es un zamba desafiante para nuestro cuerpo físico y emocional.
Siempre que hablo de esto necesito aclarar que no hay dos climaterios o peri iguales. Sinceramente sigue siendo un desafío como terapeuta/acompañante porque la gran variabilidad de síntomas hace que el abordaje debe ser único e individual. A lo que suma lo cambiante del proceso.
La inmensa mayoría de los síntomas se deben a los picos y valles de estrógenos acompañados de una baja de progesterona.
Algunos síntomas pueden ser:
-Alteraciones en el ciclo: Oligomenorreas (menstruaciones menos frecuentes) o polimenorreas (aumento de la frecuencia).
-Alteraciones de cantidad de sangrado. Hipermenorreas (menstruaciones abundantes o de muchos días y hasta semanas de sangrado).
-Cansancio y desgano
-Sensación profunda de tristeza/angustia
– Cambios en el metabolismo (aumento de peso)
-Los famosos calores o sofocos
-Cambios abruptos de humor (simil premenstruo)
– Cefaleas
– Dificultad para concentrarse
– Insomnio
– Sequedad vaginal, falta de libido
Y podría seguir…
Bueno como se podrá observar los cambios que suceden en este momento son muchos y muy diversos. Y a veces muy intensos y desestructurantes.es por esto siento necesario comenzar a visibilizar y charlar más naturalmente sobre esta etapa de la vida. Compartir información para que comience a circular.
No todo es tan terrible, hay muchos recursos para acompañar este proceso.
Primero es necesario identificar este momento como una gran exigencia para el cuerpo físico y emocional. Entonces es necesario priorizar el cuidado al máximo.
Aumentar las horas de descanso (el ciclo hormonal femenino está íntimamente ligado al ciclo circadiano sueño/vigilia)
Mejorar la alimentación (evitar alimentos que interfieran con el buen funcionamiento hormonal como lácteos y alcohol)
Realizar ejercicio. (mejora los niveles de DihidroEpindoAndrostenidiona, endorfinas, mejora la salud cardiovascular y emocional)
Otros elementos que pueden acompañar son:
-Plantas aliadas, la mayoría con fitoestrógenos. (Salvia, cimicifuga, Isoflavonas de Soja)
– Suplementos minerales y vitamínicos ( Magnesio, Zinc, vit D, DEA)
– Adaptógenos (ashwagandha, ginko)
– Potenciadores de la libido (maca, Tantra, Respiración ovárica)
– Homeopatía para acompañar síntomas emocionales.
– Fitoterapia para el insomnio.
Entre otras tantas herramientas que pueden mejorar la calidad de vida en este momento tan desafiante.
Este momento de transición y pasaje puede y debe ser acompañado de forma integral, amorosa y cuidadosa. Permitiendo así vivir esta etapa de forma plena, con información y recursos que nos abran al máximo nuestras posibilidades.